viernes, 25 de mayo de 2012
The Holders (26-30)
El portador del Tiempo
En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución mental o centro de rehabilitación a la que tengas acceso. Cuando llegues a la recepción, pide visitar aquel que se hace llamar “El portador del tiempo”. El empleado actuará como si no supiera de qué estás hablando, primero tomándolo como una broma y luego amenazándote con llamar a seguridad. Persiste suficiente tiempo, y él te preguntará si quieres ver al doctor.
Si dices que no, serás asesinado instantáneamente. Algunos de los que ya han hablado con los portadores escogen esta opción, ya que es la máxima muestra de piedad comparada con los horrores a los que enfrentarás. No hay otro escape.
Si dices que sí, serás bañado en una luz brillante y azul. Deberás quedarte perfectamente inmóvil, o de lo contrario serás echado fuera de tiempo, congelado en sólo un instante y consciente del arder eterno de la entropía, y experimentando cada momento de tu descenso hacia la locura, por siempre, todo en un solo momento.
Quédate quieto hasta que escuches un sonido, una mezcla etérea de música y sonidos metálicos. Que irá incrementando lentamente, el sonido se infiltrará en tu mente y te llevará lejos. Si logras sobrevivir con tu cordura intacta, recordarás ese sonido por el resto de tu vida.
Cuando el sonido y la luz desaparezcan, te encontrarás en una habitación grande, hecha de metal. Un hombre estará parado en el centro de ésta, su apariencia y forma de vestir cambiarán constantemente. Empezará a hablar sin parar, contando historias sobre cada tiempo y lugar que existe en el universo. No dejará de hablar hasta que le preguntes, “¿Cuándo se juntarán?”
Se quedará mirándote y extenderá su mano mientras sigue cambiando de apariencia constantemente. Sentirás una enorme tentación por tomar su mano, aunque tu mente teme lo que pasará si lo haces. Si tomas su mano, experimentarás cada una de las historias como si las hubieras vivido, y en el milenio que pasará antes de que te libere, perderás la cordura.
Después de su doceavo cambio de apariencia, es decir en su treceava vida, el hombre contestará tu pregunta, y una pequeña llave aparecerá en su mano.
Ésta llave es el Objeto 26 de 538. Reza por nunca encontrar lo que ésta abre.
El Portador del Sueño
En cualquier ciudad ve a un hospital por la noche y pide a la enfermera en jefe ver a ”El portador del Sueño”. Ella te ignorará y dirá que tiene trabajo que hacer. Pídeselo dos veces más sin tartamudear y ella suspirará, como si estuviese muy cansada. Te preguntará si estás seguro, si la respuesta es no, te despertarás al día siguiente, descansado y libre de cualquier cadena. Si tu respuesta es sí, ella te guiará a una habitación vacía y le dirá que duermas.
Cuando despiertes, te encontrarás en una mesa de piedra en el inicio de un pasillo. Mientras camines por el pasillo comenzarás a sentirte somnoliento, deberás resistir el dormir aquí, por que si lo haces dormirás eternamente. Si logras resistir, hasta el final del pasillo encontrarás una puerta. La Abrirás para encontrar a el Portador del sueño.
Verás un anciano de piel marchita durmiendo pacíficamente. De pasos cuidadosos por que no le gusta que lo molesten. No mires debajo de su cama, porque allí te esperará la muerte y te arrastrará hacia abajo para ser atormentado para siempre. Caminar en silencio hasta su cama y susurrale al oído: ”¿Por qué nunca descansan?” hasta que despierte y te relate la historia de cómo encadenaron sus sueños a él, entonces el te invitará a sentarte con él. Hazlo, de otra manera te encadenará a su sueño y nunca volverás a estar verdaderamente despierto.
Después de sentarte con él, sacará un pequeño cristal con luz interior de su camisa de dormir. Entonces, el la empujará hasta el fondo de tu pecho. Si puedes ignorar el dolor, el volverá a caer en su profundo sueño. Si gritas, lo sustituirás en su sueño torturado, por siempre. Vuelve a la mesa de piedra y duerme otra vez. Te encontrarás fuera del hospital después de despertarte.
El cristal es objeto de 27 de 538. Ya no es necesario dormir, reza por que tus pesadillas no te sigan afuera.
El Portador de la Claridad
En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución mental o casa de rehabilitación a la que tengas acceso. Cuando llegues a la recepción, pide visitar a aquel que se hace llamar “El portador de la claridad” El trabajador comenzará a hablarte sobre su vida, haciendo bromas internas y referencias que solo ellos comprenden. Todo el rato, caminarán en un movimiento ondulatorio hacia el área de recreación del edificio. Abrirá una compuerta bajo una mesa y de pronto guardará silencio con una mirada austera en su rostro. Mirarás abajo en el agujero, y verás un vasto número de luces intermitentes, encendiéndose y apagándose, y te sentirás reprendido y confundido, pero deberás entrar.
Este pasillo parece no tener principio, ni fin, las luces parpadearán esporádicamente, y encontráras que Paqueños objetos planean en frente de ti, en tus ojos y nariz y boca. El aire se llenará de un horrible sonido consumidos que no te permitirá oír ni tus propios gritos. Solo debes caminar, y si por cualquier motivo, los objetos dejan de moverse o las luces retienen su brillo, debes gritar, “¡Ellos no sabrán que estoy aquí, ya que he cubierto mis huellas!” Si la calma no se va, es muy tarde, ya ha comenzado.
Si el horrible salvajismo regresa, debes continuar. En tu vagabundeo, te encontraras con una puerta. Puedes tomar su manilla y permitirte entrar. El cuarto será eterno, solo el suelo mantendrá tu mente intacta.
Allí habrá un hombre con toda su forma corrida con largas uñas y estacas, cada pulgada de su cuerpo asegurada. Su boca estará medio abierta, alfileres forzando sus labios sobre su cara, una estaca clavada en la parte de atrás de su boca abierta. Su lengua escribirá y fracasará a tu llegada, sus ojos buscarán en ti el pánico.
El solo responderá a una pregunta, “¿Porque ellos toman forma?” Sus ojos se fijarán en ti y su lengua se mantendrá inmóvil. En un guturál y horrible discurso, te recitará la creación de cada objeto, y el propósito de cada uno. La descripción te obligará a vomitar tras cada oración, esta historia lleva a la mayoría a la demencia.
Te encontrarás sosteniendo un oxidado machete en tu mano. Debes remover su lengua escritora con sus patéticos y guturales gritos haciendo eco en tu alma. Se verá patético y querrás ayudarlo, pero no lo hagas, o lo reemplazarás.
Su lengua es el Objeto 28 de 538. Ellos se encontrarán, solo tú sabrás porque.
El portador de la Helada
En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución mental o centro de rehabilitación al que tengas acceso. Cuando llegues a la recepción, pide visitar a aquella que se hace llamar “El portador de la helada” Si el trabajador se estremece de forma poco natural, serás llevado a un pasillo que no debería existir donde lo hace. El trabajador te llevará por el pasillo, y, una vez le vuelvas la espalda, sacudirá su cabeza y murmullara “Pobre imbécil” El pasillo se volverá más frío mientras procedes; pero no hagas ningún intento de calentarte. Si lo haces, que el cielo te ayude.
Si el algún momento, el frío cesa y el pasillo se vuelve cálido, debes rápidamente gritar “¡Alto! ¡Esta no es la respuesta!” Si el calor persiste, corre. Corre lo más lejos que puedas hacia la salida. Si no lo logras, entonces las llamas del infierno te consumirán. Si lo logras, no pares de correr. Huye del asilo, la ciudad, el país; los perros infernales tienen tu esencia, y ellos no descansan.
Si el frío regresa, avanza por el pasillo hasta que llegues a una puerta hecha de hielo sólido, y golpea tres veces. Si una suave y femenina voz dice que entres, abre la puerta. Si una ruda voz de hombre dice que te vayas, reza por una muerte rápida.
Dentro de la puerta, encontraras un cuarto hecho de hielo, con estalagmitas congeladas y estalactitas dando la apariencia de una boca enorme. En el centro del cuarto estará una mujer con un velo y de piel de marfil. No mires a la mujer directamente, y di solo una cosa: “¿Que causo su hIbernación?”
Ella te dirá su historia, una historia de destrucción y devastación, guerra y hambruna, vida y muerte, y de un profundo letargo. La historia te hará temblar hasta la base de tu existencia, pero no mires directamente a la mujer. Si lo haces, tu alma será congelada por toda la eternidad.
Cuando acabe, ella removerá su velo, pero no debes mirarla. Su belleza podría devastar tu mente. Si mantienes tus ojos lejos de ella, pondrá sus manos sobre las tuyas, y susurrara a tu oído: “La era del hielo ha acabado. Que harás?” El mundo explotara en blancura, y cuando pase, estarás fuera de la institución. En tus manos estará un gran copo de nieve cristalino.
Ese copo de nieve es el Objeto 29 de 538. La era del hielo ha terminado; Ellos están comenzando a deshielar.
El portador de la Llama
En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución mental o centro de rehabilitación al que tegas acceso. Cuando llegues a la recepción, pide visitar a aquella que se hace llamar “El portador de la llama” El trabajador te mirara indiferentemente por varios minutos antes de apuntar, silenciosamente, a una puerta detrás de ti. La puerta no estaba ahí, y nadie más alrededor se dará cuenta. Acércate a la puerta y cierra los ojos, antes de sujetar la aldaba. Necesitas golpear solo una vez. Si el metal de pronto se enfría en tu mano, corre. Corre lejos, y sigue corriendo. Solo ten la esperanza de haber escapado, la alternativa es un horror que solo las almas del infierno pueden comprender.
Si el golpeador se vuelve caliente, manténlo firmemente, incluso si comienza a chamuscarse en tu mano. Eventualmente el dolor cesara. Una vez pase esto, abre tus ojos. Estarás en un pequeño jardín, iluminado por la luz de una luna llena, y rodeado por piedras cubiertas de hiedra. A tu izquierda estará un estanque. No mires al agua directamente, o la multitud de terrores acechando con capturar y arrastrarte una y otra vez por el resto de la eternidad. A tu derecha estará una hoguera funeraria, aun no encendida, ingeniosamente oscurecida con un líquido inflamable.
Da exactamente cinco pasos hacia la pira. No preguntes porque. Encontrarás el cadáver de un niño castrado, sus brazos plegados en un vial de mercurio. No digas nada más que la pregunta “Que causo su inmolación?”
El cadáver no se moverá, pero la pira funeraria se encenderá a si misma libremente. Al igual que los arbustos, el pasto, los arboles y las flores alrededor de ella. Las flamas cambiaran de colores, desde el rojo de la sangre recién salpicada, al verde de la infección y fallecimiento. Las plantas gritarán en agonía a la vez que las paredes alrededor del jardín son consumidas. El estanque se secara, el agua ardiendo con un calor ampolloso, como las almas de los malditos suben en el vapor, rugiendo su letanía de maldiciones hacia ti.
A la vez que la primera maldición llegue a tus oídos, debes invocar coraje y comenzar a reír. Ruidosamente, resentidamente, arrogantemente, pero no suavemente. Si las maldiciones se vuelven más vehementes, estás a salvo. Si se detienen, entonces arrójate a la pira para escapar de un destino por lejos peor.
A la mitad de la tempestad, el cadáver calmadamente se sentara, consumido completamente en llamas, y te ofrecerá el vial. Debes continuar riendo, y cruzar tus brazos. Aun no debes aceptar el regalo.
El cadáver abrirá su boca, y si tienes suerte, lo que veras en sus profundidades no te dejara reír en locura por el resto de tu vida mortal.
El vial caerá, destrozándose, y salpicando sus contenidos sobre los restos ennegrecidos de pasto mientras la flamas mueren debajo. Todo estará en silencio. A tus pies estará una nueva flor, su tallo es duro y espinoso, sus pétalos pintados con los colores del fuego infernal y la condenación. Tómala, y te encontrarás fuera del el jardín y de vuelta en frente de la puerta.
Esta flor es el Objeto 30 de 538. Se incinerará a si misma en las profundidades de tu alma, y encenderá las llamas de la locura.
Fuente: creepypasta.com
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